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Anaïs Nin

(1903 - 1977)

INCESTO: DIARIO AMOROSO (Fragmento)


(...) ¡Al infierno, al infierno con el equilibrio! Rompo vasos; quiero arder, aunque me rompa. Vivo

sólo para el éxtasis. Ninguna otra cosa me afecta. Las dosis pequeñas, los amores moderados,

todas las demi-teintes me dejan fría. Me gusta lo extravagante, el calor... ¡la sexualidad que

revienta el termómetro! Soy neurótica, pervertida, destructiva, ardiente, peligrosa —lava

inflamable y desenfrenada. Me siento como un animal de la jungla que escapa de la cautividad.


 

HENRY Y JUNE (Fragmento)


(...) Siento que la magia de mi propia casa me arrulla. Estamos sentados junto al fuego. Éste es el momento en que la casa desprende un encanto y el fuego se mezcla en los nervios. Yo me siento completa, como si formara parte de un mural. Su admiración y amor me resultan muy agradables. Desaparece el sentido del secreto. Abro las cajas metálicas y les enseño mis primeros diarios. Fred coge el primero y empieza a llorar y a reír con él. Le he dado a Henry el diario rojo que trata de él, cosa que no he hecho con nadie. Leo por encima de su hombro.




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