top of page
revistaelcoloso

Refugios: poema de Constanza Mariqueo


 

Tres casas tengo,

pero ninguna

se siente como mi hogar.


Cargo llaves

cual carcelero,

abriendo múltiples puertas,

entradas

que no me conducen a nada.


Las tres moradas

difieren de tamaño,

más la mayor

es mi favorita,

aunque la comparta

con otras cuatro desconocidas.


La segunda en tamaño

fue en otro tiempo hogar.

La frecuento

cada vez menos.


La tercera morada,

la más pequeña,

es mi refugio del llanto,

mi terapia.

Nos llevamos bien

con el sofá cama,

los tres animales

y la humana

que ahí habitan.




Comments


bottom of page