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La ciudad de la niebla: un poema de Darío Rodríguez Escribano

revistaelcoloso

 

Mañana de un miércoles

donde el sol sigue dormido.

Borrosa mi retina

y bastante hinchados mis pómulos,

enfrento la rutina

deseando la llegada de versos que me embriaguen

inspirados por esta ciudad de niebla.


Tempestad de modelos y tendencias,

animales con máscaras y trajes.

Consumido por este sistema de silencio

aflora en mí lástima por aquellos rotos niños,

lástima por todo lo que desconoce el resto.


Pinceladas de desgracias

sobre el lienzo de mi reflejo.

Pájaros que dejaron de cantar

y perros que no dejan de ladrar

no frenarán estos objetivos impuestos.





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