¿CÓMO ME ENCUENTRO?
Camino con mi torpeza de siempre,
taciturna y hambrienta;
la ciudad esperando ser devorada,
las calles oscuras de República
llenas de vagos recuerdos de cuando la vida era solo sonreír,
explosiones de ideales libertarios:
oprimidos, fuego y memoria...
eran parte de mí.
¿Qué hago ahora?
¿En qué momento me perdí a mí misma?
Cuando dejé de ser un alma volátil,
Que veía belleza en cada momento;
A veces triste y dormida,
pero era yo:
era un jazz fluctuante moviéndose dentro de mi cuerpo;
entre humo y humo de cigarrillos,
me perdí.
17 AÑOS
Mis senos como cristales de mausoleo,
Juveniles y volátiles,
Como paisajes utópicos que se reflejan en los vitrales,
Hacen una tenue sombra infestada de olores lujuriosos,
Juegan con el deseo carnal y con la necesidad de poseer,
Su alineación casi perfecta,
Sus vellos dorados cerca del pezón barnizando la aureola,
Forma la flor violadora,
Y en su feromona femenina se deslizan pliegos de carne viva.
Bajando por curvas diseñadas por el viento,
Viéndola como la musa,
Como si no existiera otro fulgor,
Rayo del amanecer,
Tornando sus ojos como dos torrentes de vesania,
Y entre el edén y el infinito,
Se dedican a inmortalizar su belleza con sus 17 años.
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